Conoce a los terceros con que se relaciona la empresa: clientes, proveedores, empleados, etc.
Verifica la identidad de tus clientes.
Investiga su historial financiero y comercial y asegúrate de contar con su autorización para ello si aplica.
Establece límites de transacciones y supervisa las actividades inusuales que superen ese monto.
Establece políticas y procedimientos internos sólidos.
Diseña y comunica políticas de cumplimiento claras.
Capacita a tus empleados en la prevención del lavado de activos.
Implementa controles internos y auditorías regulares.
Detecta transacciones sospechosas.
Supervisa y revisa las transacciones de manera constante.
Busca patrones inusuales o transacciones no justificadas.
Reporta de inmediato cualquier actividad sospechosa a las autoridades.
Cumple con las regulaciones en la materia.
Mantente al tanto de las leyes y regulaciones locales e internacionales.
Asegúrate de cumplir con los requisitos de presentación de informes.
Colabora con las autoridades en investigaciones si lo solicitan.
Fomenta una cultura de cumplimiento ético.
Promueve la ética y la integridad en la empresa.
Recompensa el cumplimiento y la denuncia de actividades sospechosas.
Establece canales de comunicación seguros para los empleados.
Prevenir el lavado de activos es responsabilidad de todos. Actúa de manera ética y cumple con todas las regulaciones para mantener tu empresa responsable y segura.
Nuestros Expertos
Catalina Jiménez
Socia | Directora
Compliance
Antoine Delacarte
Líder
Compliance