
Quienes nos regalan un “depende” y, detrás, un mapa secreto de riesgos que nunca vimos venir.



Quienes detectan grietas legales donde el resto ve terreno firme y —por eso mismo— nos permiten avanzar sin miedo.

Quienes traducen la pasión de un inventor en cláusulas que blindan el futuro de su invención.
Quienes ponen candados invisibles a aquello que aún no existe, para que mañana exista con libertad.
Quienes persiguen cada coma y cada tilde, sabiendo que en esos milímetros se esconde la tranquilidad de un negocio.
Quienes celebran con un sello de patente lo que comenzó como un garabato en una servilleta.
Hoy celebramos su mirada, su pregunta incómoda, su obsesión por los detalles. Porque gracias a ustedes, la creatividad se transforma en progreso.
Brindamos por su “depende”… que no frena sueños, los protege.
¡Feliz día!