El 23 de mayo de 2024, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, junto con 29 estados y el Distrito de Columbia, demandó a Live Nation Entertainment y Ticketmaster por prácticas restrictivas de la competencia y monopolio en la industria de conciertos. En la demanda se acusa a estas empresas de controlar la mayoría de las ventas de entradas y promociones de conciertos en el país, lo que ha producido precios altos y reducido oportunidades para artistas y promotores independientes.
Live Nation-Ticketmaster usa contratos exclusivos y compra locales para mantener su control, imponiendo tarifas a los fanáticos y presionando a los artistas a usar sus servicios de promoción. Estas acciones resultan en entradas más caras y menos innovación en comparación con otros países.
El objetivo de la demanda es disolver el monopolio de Live Nation-Ticketmaster para devolver la competencia y la innovación a la industria del entretenimiento, y así beneficiar a consumidores, artistas y promotores independientes.