El 26 de febrero de 2018, aproximadamente ocho marcas de ropa fueron acusadas de haber plagiado diseños de comunidades indígenas de Oaxaca, Chiapas e Hidalgo (México).
Estas marcas (dentro de las que están involucradas la española Zara o la estadounidense Madewell) nunca dieron crédito a las comunidades ni trabajadoras artesanas. Las comunidades no tienen protección de propiedad intelectual, pero busca apelarse por medio de tratados internacionales de patrimonio cultural, a lo que las marcas tendrían que hacer un reconocimiento público de la comunidad de origen