Resumen:
A la luz de los 110 años de amistad entre Colombia y Japón, y tras 10 años de negociaciones, el gobierno colombiano retoma un EPA con especial atención al fortalecimiento de la transferencia de tecnología.
Una de las temáticas de mayor relevancia en la negociación del EPA entre Colombia y Japón es la transferencia tecnológica mediante alianzas estratégicas internacionales, principalmente en el marco de la Cuarta Revolución Industrial y la Sociedad 5.0, donde el desarrollo de tecnologías digitales, físicas y biológicas son un diferenciador determinante en el crecimiento económico de las naciones y la generación de riqueza, en el que ciertamente Japón resulta ser un referente poderoso a nivel mundial. Este reto implica un importante esfuerzo para la economía colombiana en relación a sus actividades de exportación a Japón, principalmente destacándose las industrias cafetera, ganadera, petrolera, esmeraldera, floricultura, automotriz y textil.
Sin embargo, en relación a la necesidad de invertir en desarrollos tecnológicos para generar riqueza, las empresas del sector privado colombiano han demostrado su interés mediante un aumento considerable en su inversión en I+D. De acuerdo a cifras del Observatorio de Ciencia y Tecnología de Colombia (OCyT), desde el año 2000, el porcentaje de inversión nacional en I+D en su mayoría habría sido dominada por Instituciones de Educación Superior (IES); sin embargo, desde el año 2014 esta inversión realizada por las IES ha sido superada por las empresas, cuyo interés en el desarrollo de productos y servicios relacionados con smart cities, living labs, open data, big data, cloud, inteligencia artificial, smart security e Internet de las Cosas (IoT), ha brindado a la economía colombiana nuevas prácticas innovadoras tremendamente significativas para el desarrollo del país.
Adicionalmente, en contravía de los principales sectores exportadores en Colombia, las IES y empresas más desarrolladas están invirtiendo en áreas altamente sofisticadas, tanto en términos de investigación (según datos del OCyT en ciencias naturales, ingeniería y tecnología, ciencias médicas y de la salud, ciencias sociales y en último lugar ciencias agrícolas), como de patentamiento (según datos de la SIC como lo son las áreas tecnológicas de ingeniería civil, tecnología médica, maquinarias, química de materiales y de alimentos). Lo anterior representa una desconexión entre las principales actividades exportadoras y la I+D adelantada en el país, y refleja un importante mensaje sobre la potencial transición de la economía colombiana hacia la de un país desarrollado.
Por el lado del Japón, de acuerdo al reporte presentado por el EU – Japan Centre for Industrial Cooperation, su posición dominante en términos de innovación se debe a que su sistema de transferencia tecnológica naturalmente se adaptó en el país mediante el fortalecimiento de las IES, y su preocupación por favorecer y explotar los resultados de investigación, vía mecanismos como la propiedad intelectual; alcanzándose un promedio de 40.000 solicitudes de patentes de invención anuales desde el 2012 hasta la fecha. Adicionalmente, de acuerdo a estadísticas de la SIC, los japoneses han venido invirtiendo vía patentes de invención principalmente en productos farmacéuticos, productos orgánicos elaborados, el sector automotriz, infraestructura y en la química de materiales, además de ocupar el cuarto puesto de los países que más patentan en Colombia.
Teniendo en cuenta que los procesos de I+D en Colombia se ha venido especializando en temas altamente sofisticados en los que Japón es experto, y que el costo de desarrollo de productos de capital intensivos en tecnología es muy alto, resulta pertinente considerar cooperaciones, costos compartidos y alianzas como la clave de una estrategia de innovación exitosa. Así las cosas, las alianzas estratégicas internacionales entre economías complementarias son una parte esencial de las estrategias corporativas internacionales, ya que se complementan en la creación de tecnologías, aportes científicos y la exploración de mercados con prácticas inversionistas culturalmente diferentes. En tal sentido, el aumento de la inversión en CTeI en Colombia tanto en industrias como en las IES, se podría ver favorecida con alianzas, partnerships, joint ventures y desarrollos conjuntos de bienes y servicios innovadores; apoyado en el EPA como una herramienta para la creación de condiciones de seguridad jurídica y económica para la transferencia tecnológica entre universidades, empresas y gobiernos de Japón y Colombia.
Por: Valeria Jaramillo