La revista GQ Italia está implicada en un litigio por la publicación de una imagen editada del David, que ha generado polémica sobre el uso de obras de arte de dominio público con fines comerciales.
El Tribunal de Roma dictaminó que la reproducción de estas obras causaba un daño material por el impago de derechos de autor y un daño simbólico al devaluar la obra. Del mismo modo, en el caso Goldsmith y la Andy Warhol Foundation, relativo a la obra de Prince, la Corte Suprema de EE. UU. estableció que la alteración y utilización de fotografías con fines comerciales viola los derechos de autor, decisiones que plantean interrogantes sobre la protección de las obras icónicas y los derechos de autor en el arte.
Estas recientes sentencias judiciales marcan un hito en el debate sobre el uso comercial de las obras de arte: por un lado, el Tribunal de Roma protege el patrimonio cultural y prohíbe el uso no autorizado de obras como el David, por considerarlas parte de la identidad colectiva; por otro, en Estados Unidos, la Corte Suprema ha dictaminado que la alteración de fotografías con fines comerciales constituye una violación de los derechos de autor.
Estos casos plantean nuevos interrogantes sobre la protección de obras emblemáticas como la Mona Lisa o La Creación del Hombre en la Capilla Sixtina, y reafirman la importancia de los derechos de autor en las artes, independientemente del paso del tiempo.