Una fábrica de cervezas se destaca por su creatividad, tanto durante el proceso de elaboración de la cerveza, como al momento de embotellamiento y distribución. Durante este proceso puede haber nuevas invenciones que pueden ser registradas vía diseño industrial o patente, como la forma de la botella, las latas, el procesamiento de plantas, las máquinas dispensadoras, etc.
La producción de cerveza también involucra la creación de un signo que la distinga en el mercado por ofrecer esta bebida y la diferencie de sus competidores. Esto se puede proteger por medio de trademarks, al registrar el nombre, logo, etc., con tal de que cumpla con ser distintiva y una característica no descriptiva respecto al producto.
El derecho de autor no aplicará siempre para la creación de una cerveza, pero sí respecto de su publicidad. Si al momento de promocionar el producto, se trabaja con una creación musical, como un jingle, o se presenta por medio de una historia o anécdota, esta producción artística podría eventualmente protegerse por medio del derecho de autor.
Vía secreto empresarial se podría proteger la receta y los ingredientes de la cerveza para que otras fábricas cerveceras no puedan imitar el producto. Aunque estos secretos no son registrables ante una oficina pública de registro, el robo o fraude para obtener esta información de manera ilegal puede derivar en acciones legales.