El presidente de Argentina Javier Milei firmó el decreto 765/2024, que modifica la Ley 11.723 de Propiedad Intelectual y desregula el cobro de derechos de autor en ámbitos privados. Este cambio redefine lo que se considera una “representación pública”, limitando el cobro de regalías a reproducciones en espacios de acceso público y dirigidos a una pluralidad de personas. Ámbitos privados, como habitaciones de hotel o comercios, ya no estarán sujetos a estos cobros, lo que fue bien recibido por la industria hotelera, la cual enfrentaba costos adicionales por la reproducción de música y películas. La medida también reduce la litigiosidad en sectores como peluquerías, consultorios médicos y otros negocios, que ahora quedan exentos del pago a entidades gestoras como SADAIC. Además, el decreto establece excepciones para usos educativos y conmemoraciones patrióticas, lo cual refuerza su enfoque en aliviar las cargas para ciertos sectores.
Por otro lado, la norma destaca la importancia de la tecnología en la distribución de contenidos culturales, y permite así que las reproducciones digitales en espacios públicos sigan siendo objeto de cobro. Este cambio refleja un enfoque equilibrado entre proteger los derechos de los creadores y facilitar el acceso a la cultura en la era digital. Sin embargo, la medida también ha generado preocupaciones entre algunos artistas y defensores de los derechos de autor, quienes advierten que esta desregulación podría reducir los ingresos de los creadores. Aun así, se ha señalado que el decreto se alinea con prácticas como el “copy left”, pues favorece el uso libre de obras bajo licencias como Creative Commons, lo que limita el control de las entidades gestoras y promueve un acceso más amplio a los contenidos culturales.