Con el fin de impulsar la producción de la industria y reducir las cargas para los productores nacionales, a través del Decreto 1083 de 2025, el Ministerio de Salud y Protección social eliminó la certificación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) como requisito para obtener registros sanitarios para bebidas alcohólicas.
La norma también amplía por dos años la vigencia de los certificados BPM ya otorgados, y a partir de ahora su solicitud ante la autoridad de vigilancia de alimentos y bebidas será voluntaria.
Además, el “concepto sanitario”: un informe elaborado por las autoridades sanitarias una vez realizada la inspección, vigilancia y control del establecimiento de fabricación de las bebidas, cambió su forma de calificación. En adelante, este podrá clasificarse como “favorable” o “favorable con requerimientos”, en lugar de “favorable”, “pendiente” o “desfavorable”. Para las bebidas importadas, bastará con presentar el Certificado de Venta Libre (CVL), expedido por la autoridad sanitaria del país de origen.
