Este mes, los tribunales de Reino Unido y Alemania emitieron decisiones clave sobre el uso de obras protegidas para entrenar modelos de inteligencia artificial. En Reino Unido, Getty Images demandó a Stability AI por usar millones de imágenes sin autorización y por incluir marcas de agua en las imágenes generadas por la IA. Aunque la Corte Suprema señaló que no hubo prueba suficiente de reproducción directa de las obras, negando así la infracción de derechos de autor y confirmando la infracción marcaria cuando aparecían marcas de agua de Getty en las imágenes producidas.
Este fallo británico marcó un precedente sobre la carga probatoria en casos relativos al entrenamiento de IA, dejando claro que no basta con demostrar el acceso a las obras, sino que debe probarse una reproducción identificable. Sin embargo, el uso de signos distintivos protegidos, como las marcas de agua, sí genera responsabilidad legal por confusión o asociación indebida, aun cuando no haya copia literal de la imagen.
En Alemania, la Sociedad de Gestión de Derechos de Autor demandó a ChatGPT por reproducir fragmentos de letras de canciones protegidas. El Tribunal de Múnich concluyó que la IA almacenaba partes de estas obras y las reproducía literalmente al recibir ciertos prompts, configurándose una infracción directa. Como consecuencia, se ordenó detener esta práctica y pagar los perjuicios correspondientes, reafirmando que las obras musicales también están protegidas frente al uso indebido por herramientas de IA.

