
El registro de la marca es tan solo una parte de su protección, es el inicio; no obstante, la vigilancia es lo que la mantiene fuerte.
Muchos creen que con registrar ya basta.
Pero si no vigilas ni actúas, tu marca puede:
Ser copiada.
Usarse sin autorización.
Perder valor frente a falsificaciones.
Por ejemplo, si un competidor empieza a usar un logo casi idéntico al tuyo y no lo detectas a tiempo, tu marca puede perder fuerza, volverse genérica o confundirse en el mercado.

Existen distintos tipos de vigilancia que fortalecen la protección de tu marca:
Vigilancia de solicitudes de terceros
Permite anticipar registros idénticos o similares y oponerte a tiempo.
Vigilancia en internet
Ayuda a detectar usos no autorizados en plataformas digitales o comercio electrónico.
Vigilancia en campo
Identifica falsificaciones o usos indebidos directamente en el mercado físico.
Tres claves para proteger tu marca después del registro:
Vigila:
Combina estos mecanismos para
mantener el control sobre tu marca.
Actúa:
Presenta oposiciones o denuncias
cuando corresponda.
cuando corresponda.
Educa:
Informa a tus distribuidores, clientes y aliados
sobre cómo identificar productos auténticos.
sobre cómo identificar productos auténticos.
El registro es el inicio, no el final. Tu marca es un activo vivo, protégela todos los días.
En OlarteMoure te ayudamos a hacerlo.