Coca-Cola
En 1893, decidió no patentar su fórmula. ¿Por qué?
Un secreto bien guardado puede durar para siempre. Este es el ejemplo de Coca Cola, pues más de un siglo después, la receta sigue sin divulgarse superando guerras, intentos de espionaje e imitaciones.
KFC
Lo que tienen en común es un derecho de propiedad intelectual:
el secreto empresarial
¿Pero… por dónde empezar?
Identifica la información.
Pregúntate ¿qué información poseo que me hace diferente a los demás actores del mercado?
Crea una cultura de gestión de información.
Forma a tu equipo, los errores suelen venir de adentro.
Desarrolla estrategias de protección a la medida para tu compañía.
Limita quién accede, cómo y para qué.
Designa a un responsable.
Los procesos son más exitosos cuando tienen quién los lidera.
Solo comparte la información con quien deba conocerla.
Usa contratos de confidencialidad (sí, con tus socios también).
Por eso, no los guardes, hazlos crecer: ¡gestiona tus secretos empresariales!
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Valeria Jaramillo
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