En días pasados, Brasil reglamentó la Ley de Reciprocidad Económica, que permite adoptar medidas frente a prácticas comerciales consideradas discriminatorias por parte de otros países. Entre las posibles contramedidas se encuentra la suspensión temporal de derechos de propiedad intelectual, como marcas o patentes, aunque esta solo se contempla como medida excepcional y de último recurso.
La norma establece dos procedimientos: uno ordinario, con consulta pública y análisis técnico, y otro provisional, reservado para casos urgentes. Las decisiones serán evaluadas por un comité interministerial conformado por varios ministerios.
Con esta regulación, Brasil se convierte en uno de los pocos países con un marco legal específico para este tipo de respuestas. Rusia ha adoptado medidas similares, permitiendo negar derechos o compensaciones a titulares de patentes de países “no amigos”. Por su parte, la Unión Europea, China y Canadá han manifestado su intención de usar medidas similares, aunque sin establecer una normativa interna que contemple la suspensión de derechos de PI.
El decreto ya está en vigencia y podrá usarse en los casos que el gobierno considere necesarios, siempre que se hayan cumplido los pasos previos definidos en la norma.
