Desde el 2 de junio de 2025, en Costa Rica, las nuevas sociedades anónimas (S.A.) y de responsabilidad limitada (S.R.L.) ya no podrán tener razón o denominación social. Serán identificadas únicamente por su número de cédula jurídica, lo que transforma profundamente la forma en que las empresas se presentan en el mercado.
Ante la desaparición del nombre legal como elemento distintivo, las marcas y nombres comerciales —siempre que estén debidamente registrados— se convierten en los únicos medios jurídicos para construir una identidad comercial y protegerla. Esto fortalece el rol de la Propiedad Intelectual como mecanismo clave para competir, identificarse y tener seguridad jurídica en el tráfico económico.