El intento de Netflix por adquirir Warner Bros Discovery se ha intensificado en medio de una oferta competidora de Paramount, convirtiendo la venta en un concurso estratégico por uno de los estudios más valiosos de Hollywood. El posible acuerdo le daría a Netflix el control de amplios activos de cine y televisión, lo que plantea interrogantes sobre cómo una consolidación de este tamaño podría transformar los mercados de contenido y streaming.
Para completar la adquisición de manera legal, Netflix debe seguir un proceso de fusión regulado, supervisado principalmente por el Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio. Estas agencias evaluarán si es posible que la operación reduzca la competencia, o que otorgue a Netflix un poder de negociación excesivo, generando una adquisición hostil. Netflix también debe coordinarse estrechamente con la junta directiva y los accionistas de Warner Bros para evitar violaciones a las normas de gobierno corporativo.
Incluso si los reguladores autorizan la adquisición, es posible que Netflix tenga que aceptar medidas correctivas, como desinversiones, compromisos de licenciamiento o límites al control exclusivo de franquicias clave. Las preocupaciones políticas, incluidas advertencias de que el acuerdo podría ser problemático, debido a su tamaño en el mercado, por lo que la operación enfrentará un escrutinio riguroso. De esta manera, el éxito del Acuerdo depende no solo de los términos financieros, sino de la capacidad de Netflix para cumplir con todos los requisitos regulatorios.

