La autoridad colombiana de protección a la libre competencia autorizó la integración entre Tigo y Movistar, una operación de gran relevancia para el sector de telecomunicaciones. Según las partes, la integración busca compartir infraestructura para reducir costos, ampliar cobertura y acelerar la llegada de nuevas tecnologías.
Sin embargo, debido a la alta participación de mercado de ambos operadores, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) aprobó la operación bajo condiciones estrictas destinadas a preservar la competencia y proteger a los usuarios.
En primer lugar, la SIC ordenó que Tigo y Movistar mantengan completamente separados los elementos más sensibles de sus redes, especialmente el núcleo, donde se gestionan funciones técnicas y comerciales esenciales. Esto garantiza que, aunque compartan infraestructura, continúen actuando como competidores independientes. Además, prohibió que la sociedad encargada de operar la red compartida facilite el intercambio de información estratégica como precios, costos o planes comerciales.
Tras esta decisión, la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) señaló que, a partir de su análisis, se identificaron posibles afectaciones en la dinámica competitiva, entre ellas: mayores niveles de concentración en el mercado mayorista, riesgos para operadores que dependen del Roaming Automático Nacional, eventuales impactos sobre los operadores móviles virtuales y una posible disminución en la presión competitiva en el mercado minorista. También advirtió efectos potenciales en el mercado de internet fijo residencial en algunas ciudades.
Por lo anterior, la CRC anunció que ejercerá una regulación ex post orientada a mitigar estos riesgos y garantizar condiciones adecuadas para todos los actores del sector.
Finalmente, la SIC exigió que la operación no genere reducciones en cobertura ni calidad, especialmente en zonas rurales o de baja demanda.
Fuente: Resolución número 94169 de 2025 y esta adicional.

